miércoles, 5 de noviembre de 2008

Volviendo a la carga

Hace casi cuatro meses que no escribía en el blog. Menuda constancia! dirán... y si, soy así de ciclotímica, qué le voy a hacer. Hay momentos en los que la necesidad de escribir lo que estoy viviendo me inunda y no puedo parar de teclear como una obsesa; y después están momentos como estos últimos cuatro meses, en los que la necesidad de escribir es igual de intensa que mi necesidad de aprehender (que no aprender) lo que vivo desde todos mis sentidos...y eso conlleva escribir menos claro está.


Volví de Perú hace dos meses y me parece que fue hace un año...las imágenes y sensaciones de mis días peruanos se entrecruzan por mi mente mientras miro a mi alrededor.
Y me da por pensar en que aquí está todo el mundo de los pelos con la dichosa crisis económica, y en Perú? como estará afectando la crisis a Doña Clemencia, Doña Blanca, Don Gonzalo... a tanta gente que conocí durante esos tres meses y a quienes no imagino estresados por un tema...que ni les va ni les viene. Claro que les afecta, para eso vivimos en un mundo globalizado, pero al igual que les afectan tantas otras cosas (la falta de cosechas en la época seca, el corte de los caminos afirmados durante la de lluvia, etc.) haciendo de su vida una diaria lucha por la supervivencia familiar.
La esperanza de que los gobiernos central y regional inviertan en ellos es tal vez más lejana con esto de la crisis, pero como nunca dejó de ser una esperanza...tampoco es que pierdan gran cosa.

Desde mi terraza granadina los veo: caminando descalzos por la carretera llevando su ganado (ellas, casi seguro que con su kipe a la espalda para cargar con sus hijos), en el mercado local vendiendo sus cosechas, invitándome a descansar "un ratito" en el banco que suelen tener pegado a la pared de fuera de sus casas...

Los veo y me alegro aún más de realmente volver a hacerlo pronto, regreso a Perú en breves... y lo necesito, mi alma anda un poco perdida entre tanta crisis del consumo, los estreses urbanos y los sentimientos que no encuentran su momento.